(6) Silencio.
Asistí a Bujedo en busca de un parón y de momentos de oración y silencio.
Y he tenido momentos de reflexión, de oración, individual y compartida, que me llevaron a un profundo sentimiento de acción de gracias por la vida. También pude reposar lo que la Palabra y las experiencias vividas en Navidad, en familia y con los pobres, quieren decir a mi vida.
Gracias al silencio y al ambiente logrado por los Hermanos y por los asistentes, he tenido momentos de encuentro personal, de reconciliación y de encuentro con Dios. He encontrado paz y me he ido con nuevos proyectos y conversión de la mirada en actuales compromisos.
-Bea León-