(1) Interioridad.
Una vez más, Bujedo no defrauda.
En esta ocasión hemos vivido la Navidad desde otra perspectiva. Han sido 3 días en los que nos hemos conocido un poco más a nosotros mismos y a los demás por medio de dinámicas Hara y de diversas relajaciones, tanto individuales como por parejas. También nos ha servido para recordar nuestro pasado manejando una foto de nuestra infancia y para pensar en nuestro futuro, plasmando de manera creativa un deseo para nuestra vida.
Gracias, Bujedo, por ser tan mágico.
-Paloma Ureta-