El pasado 11 de Marzo se celebró, en el colegio de la Salle Valladolid, la VII edición del TBDNXE, o también conocido como También de Noche, un espacio de encuentro y oración para jóvenes y mayores, que pretende, a través de diversas formas de expresión, ser el dinamizador de una serie de momentos a lo largo de buena parte de la noche. Estos momentos han sido, en las anteriores ediciones así como en esta, de muy diversa forma y contenido, pudiendo encontrar momentos y dinámicas de oración, expresión corporal, expresión musical, danza, relajación, poesía, teatro, etc. entre otras.
Toda una serie de propuestas y momentos que han sido llevados a cabo, en buena medida, gracias a la colaboración de los propios participantes, aunque en otras ocasiones como la de este último tbdnxe 2016 también se cuenta con la participación de otras personas o grupos más consolidados. Por el También de Noche han pasado artistas y grupos como Luis Guitarra, Brotes de Olivo, Metamorfosis, Ixcis, etc. Personas y grupos que nos brindan con su aportación fantásticos momentos de interioridad y oración, así como el poder disfrutar de preciosas manifestaciones artísticas.
La noche, como ya hemos comentado, estuvo dinamizada a través de una serie de diferentes momentos. En primer lugar el tbdnxe da comienzo con un momento de acogida y bienvenida, un momento para encontrarse con la gente que asiste al evento y ponerse un poco al día. Tras este primer momento de acogida, la puesta al día continúa con una cena compartida, tras lo cual empiezan las dinámicas y momentos clave de la noche.
En esta VII edición del También de Noche, pudimos disfrutar de tres espacios, dinamizados por tres grupos diferentes: un primer momento de oración de la mano de Emilia Arija y Almudena, el que nos brindaron un pequeño espacio de interioridad acunado por lo bello de sus letras y arropado en lo armonioso de sus voces; un segundo tiempo con Espacio de Oración en torno a la encíclica del Papa Francisco Laudato Si, un pequeño momento de oración este, que de forma muy gráfica y con una cierta teatralidad nos ofrecía un momento de reflexión, un momento de reflexión en torno al mundo en el que vivimos y el uso, así como el abuso, que hacemos de este espacio común que es la Tierra; y para finalizar en torno a la música con el grupo Ixcis, un concierto este con algunas de sus temas de más largo recorrido haciendo especial hincapié en la motivación profunda que les llevo a componerlos, así como algunas de las canciones de su nuevo disco, girando todo ello en torno a la cuestión de la Misericordia, en consonancia con el año en el que nos encontramos, tal y como declaro el Papa Francisco. Una edición realmente especial la de este año, si tenemos además en cuenta que tanto Emilia y Almudena, como Ixcis, asistían al encuentro con un nuevo disco: Imperfecta (Emilia Arija), Agua (Almudena) y La lluvia de tu misericordia (Ixcis).
Tomaba así forma una noche, la de esta entrega 2016, realmente singular y excepcional, en la que el denominador común es el que los jóvenes han encontrado un espacio de encuentro, convivencia, reflexión, un espacio en el que compartir inquietudes y procesos vitales, a través del arte y a través de diferentes formas de expresión, siempre en consonancia con eso que nos mueve y nos une, que es la fe. Un espacio en el que, como en ocasiones anteriores, la estítica y la ambientación juegan un papel clave, que favorece esa sensación de acogida, de cercanía, y fundamentalmente de comodidad para poder vivir y disfrutar este momento, preparado con tanto mimo. En este sentido, la ambientación del lugar común, es decir, la capilla de colegio La Salle de Valladolid presentaba una evocadora decoración, que nos recuerda a ese mundo natural, a esa frágil madre tierra que hemos de cuidar, en consonancia con la temática general del encuentro, siendo esta el Laudato Si.
Gracias a la aportación de los participantes, bien fuese como decoradores, técnicos de sonido, dinamizadores del encuentro o de alguno de los momentos de la noche, dando la acogida, sirviendo café y té, o de cualquiera de las formas, el tbdnxe 2016, como en años anteriores, resulto ser un pequeño reducto de tranquilidad e interioridad, un oasis en el desierto de la rutina y los quehaceres diarios que nos llevan de un lado para otro, siempre rápido, siempre con prisas, y que tanto nos alejan y distraen de lo esencial y verdaderamente importante, que tanto nos alejan de sumergirnos en lo profundo. Es por ello que es realmente excepcional y fantástico poder contar con un momento como este, que aunque ojala fuese más a menudo, siempre nos brinda esa oportunidad de asomarnos al encuentro con los otros, con aquellos que comparten inquietudes, proyectos y caminos comunes, y sobre todo asomarnos al encuentro con nosotros mismo siempre desde la atenta mirada de Dios.
